Vale, lo admito: estoy mostrando una cierta obsesión por las
extremidades. Primero fueron las uñas de Nieves Álvarez y ahora esto. Pero, es
que no me digas tú… De verdad que quise pasar la página de la revista, hacer
como que no lo veía, pero es que me daban hasta arcadas. Así son los pies de
una princesa. ¿Los has visto? Pues ahora corre al baño y arrodíllate delante de
la taza.
Vamos a ver, Nicoletta, princesa de la dinastía Odescalchi
(el nombre le viene al pelo). Te pusiste el botox a manguerazos, te bebiste el
hialurónico de la garrafa y luego utilizaste la funda de un boli Bic para
pincharte el colágeno en los labios… pero te olvidaste de que estás ya en edad
de juanetes, que los problemas de riñón te dan retención de líquidos y se te
ponen los pies como botes. Y vas y te haces una foto en elola tapada desde la cabeza a los tobillos y dejando al descubierto
los pinreles con unas sandalias. Y te quedas tan ancha. Así, con los dedos espatarraos ¿Quién te
ha hecho el estilismo, bonita? Te lo pregunto para ir a buscarla y darle una
descarga eléctrica.
Pero, de todo esto, lo mejor es que en el pie (de foto)
destacan: “… la princesa Nicoletta (sentada, con zapatos de Rene Caovilla)”.
Toma ya. Por si no te habías fijado bien, vuelve a mirar. Creo que lo más
correcto habría sido poner: “… la princesa Nicoletta (sentada, con zapatos de Rene
Caovilla y con los pies de su marido). Y yo me pregunto: ¿qué pensará Rene
Caovilla de todo esto?
ooooh yo tb tengo juanete y unos René Caovilla :( Usaré en mi defensa que mis uñas tienen mejor aspecto.
ResponderEliminar:D