Aquí, la que no corre vuela, dear. Resulta que Adriana Abascal, la caza-arte, caza- fortunas y caza-exclusivas, inaugura hoy su blog en Hola.com. No te lo pierdas. Su primera entrada no tiene desperdicio, es corto, breve, tiene 22 palabras y un vídeo que parece grabado de resaca. Ella, cercana y concisa.
Copio y pego literal:
Bienvenidos a mi blog
Hola a todos,
Soy Adriana Abascal y hoy inauguro mi blog en hola.com. Espero que os guste
Y esto es todo. Así, sin mas rodeos, sin punto y final. Tal cual. Y ya ves tú, nena, 33 comentarios de la misma. Para morirse de la envidia, yes.
Durante unos minutos refresqué mi tableta unas diez veces, ávida de información, pero lo que veía (y podéis comprobar) es lo que era. Lo breve, dos veces bueno. Para qué escribir más, para qué inaugurar un blog a lo grande. No te voy a engañar, Adri, a veces una no sabe de lo que escribir y es mejor ser asi, directa como tú. Además, el vídeo está lleno de consejos tan útiles como esto: cómo producir una sesión de moda en tu propia casa. Aquí te lo dejo, es grandioso. http://bit.ly/HfDXsp
Para eso Ana. La Obregón acaba de presentar sus memorias, todo basado en sus 28 diarios. Dice que lo va a contar todo, todo. ¡Qué ansias, qué sed de cultura me entra con estas dos!
Hay algo de las pijas que me llama poderosamente la atención. No me refiero a las pijas predecibles, esas de dinero hecho en los ultimos 20 años con perlas falsas y falsos teñidos rubios. Hablo de las de cuna. Como las dos de arriba y las dos de aqui abajo:
Ayer contemplé una escena histéricamente loca protagonizada por dos pijas de verdad. Al sol de la plaza de Santa Bárbara paseaban dos lindas pijas con sus perrillos de bolso. Esos perros tan pequeños que bien podrían ser broches de sus magníficos abrigos de pura lana. Ambas se cruzaron, se ficharon de arriba abajo por la similitud física de sus canes y de ellas mismas. Yo contemplaba la escena desde una terraza. De repente, los perrillos pasaron de ladrarse a husmearse y en un visto y no visto, a engancharse en lujuria sexual sin remedio. Ambas oponentes se pusieron rojas como el zumo de tomate que me estaba yo bebiendo y de ahí pasaron a la acción y a la intencion de separarles.
- Gonzalo!!! -soltaba una- ¡para por dios!
- Gina -gritaba la otra- ¡eso no, eso nooooo!
La dueña de Gina enseguida se echó a llorar mientras decía "Gina, nooo". Y la dueña de Gonzalo lo soltó... y salió corriendo dejando al can enganchado a Gina.
Ellas son así de grandes, porque si algo les queda grande, lo mejor es salir corriendo y hacer como si el tema no fuese con ellas. O ser concisa y breve como Adri. No me preguntes cómo terminó, no sé. Pagué mi zumo y como buena pija que soy de vez en cuando, pensé: ahí os den, nenas.
Y que dios reparta suerte con los blogs, las memorias y los perros de cada una.
miércoles, 28 de marzo de 2012
sábado, 24 de marzo de 2012
LA BUSTALENGUA
De los currelas, los albañiles son los que más me ponen. Muchos son unos chulos sin remedio. Sueltan tales barbaridades que una, a estas alturas de la peli, hasta los agradece. Esos piropos carnavalescos que rozan lo más bajo me hacen gracia y más si son a pie de andamio.
Ahí, allí arriba en los andamios, es donde David Bustamante, El Busta, aprendió lengua y gramática españolas pero también se dejó lo mejor: la gracia y la picaresca de las alturas.
Últimamente suelta perla tras perla, y como siga así se va a dar un buen hostión, sobre todo porque ya vuela alto, muy alto.
El Busta, que busca emular físicamente a Tom Cruise, que viste como un auténtico hortera futbolístico, que va de bueno como dice su mujer, es un prenda que la semana pasada llamó subnormal a una fotógrafa que le quería inmortalizar en plena calle. Olé. Pidio más tarde disculpas, supuestamente asesorado por su mujer, Paulita, que va de it girl. El caso es ir de algo.
De verdad nena, me asombra la plásticidad lingüística del chaval, sus profundas reflexiones tipo "mi droga es el deporte y ver pelis..." Tanto entrenador personal, tanto cinturón de marca con logo reconocible, para que luego no sepas ni decir la 'o' con un canuto.
Ahora será jurado del nuevo show televisivo 'El número uno'. Esta es su tremenda reflexión vital y pública: "Hubiera dicho que no siempre, porque da miedo ser un poco traidor, pasarse al bando contrario. Tener la responsabilidad de juzgar a alguien ¿quién soy yo? me pregunto a veces". Eso ¿Quién te crees que eres Busta?
Albañiles de España, vuestro antiguo compañero tiene la lengua humedecida en cemento, llevadlo al andamio y que aprenda cómo se habla con gracia e irónia.
¡Ay anchoíta de Santoña...mucho cuerpo y poca coña!
Ahí, allí arriba en los andamios, es donde David Bustamante, El Busta, aprendió lengua y gramática españolas pero también se dejó lo mejor: la gracia y la picaresca de las alturas.
Últimamente suelta perla tras perla, y como siga así se va a dar un buen hostión, sobre todo porque ya vuela alto, muy alto.
El Busta, que busca emular físicamente a Tom Cruise, que viste como un auténtico hortera futbolístico, que va de bueno como dice su mujer, es un prenda que la semana pasada llamó subnormal a una fotógrafa que le quería inmortalizar en plena calle. Olé. Pidio más tarde disculpas, supuestamente asesorado por su mujer, Paulita, que va de it girl. El caso es ir de algo.
De verdad nena, me asombra la plásticidad lingüística del chaval, sus profundas reflexiones tipo "mi droga es el deporte y ver pelis..." Tanto entrenador personal, tanto cinturón de marca con logo reconocible, para que luego no sepas ni decir la 'o' con un canuto.
Ahora será jurado del nuevo show televisivo 'El número uno'. Esta es su tremenda reflexión vital y pública: "Hubiera dicho que no siempre, porque da miedo ser un poco traidor, pasarse al bando contrario. Tener la responsabilidad de juzgar a alguien ¿quién soy yo? me pregunto a veces". Eso ¿Quién te crees que eres Busta?
Albañiles de España, vuestro antiguo compañero tiene la lengua humedecida en cemento, llevadlo al andamio y que aprenda cómo se habla con gracia e irónia.
¡Ay anchoíta de Santoña...mucho cuerpo y poca coña!
miércoles, 21 de marzo de 2012
DE PROFESIÓN: MIS BOLOS. DIEZ PETARDOS SIN OFICIO
Desde hace unos días estoy elaborando una lista de
individuos de los que desconozco su ocupación. Sí, son esos que siempre dicen
que están estudiando algunos proyectos y luego pasan los meses, incluso los
años, y llegas a la conclusión de que no les debió gustar ninguno. Yo los llamo
boleros sin oficio, petardos que aparecen en escena solamente cuando les llaman
para hacer algún bolo, pero de los que desconocemos que se sigan dedicando a lo
que alguna vez les hizo famosos.
Pero bueno, voy al lío rápido, que me cierran el Día. He
aquí un ejemplo: el presentador Carlos Lozano. Si alguien sabe algo sobre el
paradero de aquel chico que llevó el adjetivo “guapísima” a la categoría más
baja del piropo español, que lo diga. Y no es el único. Fíjate en Rafi Camino y
dime en cuántas plazas le has visto torear. Vale, que no te gustan los toros.
Pues dime en cuántos carteles has visto su nombre. Yo en el del Sálvame de Luxe cada vez que ha ido a
defenderse de los ataques de su ex, que le acusaba de maltratador, pero lo que
es vestido de luces… Más bien de sombras, con esos jerseys de cuello a la caja
que lleva siempre y algún chaleco
acolchado de tonos camperos, de esos que les gustan tanto a los toreros. Te
juro que lo visualizo e, ipsofacto, me entra la misma cosa en el estómago que
cuando era pequeña y viajaba en el asiento de atrás del coche de mis padres,
que no paraban de fumar, recorriendo las curvas de la sierra de Grazalema para
llegar a la playa. No te digo más.
El siguiente de mi
lista es Asdrúbal. Después de su relación con Bibiana Fernández y de que le
detuvieran años más tarde por agresión sexual, ¿dónde ha llegado
profesionalmente este chaval? Imagino que alto, porque siempre está sentado en
el front row de los desfiles de Cibeles o haciéndose fotos en algún fotocol.
Pero, fuera de ahí, ¿qué hace? ¿Dónde pincha? Porque a eso es a lo que se
dedican la mayoría de los que no tienen ya ni dónde caerse…
Lo mismo me pregunto de Paz Vega a quien, que dios me
perdone, no trago. Qué futuro tan estupendo se ha construido esta chica.
Probablemente una de las peores actrices del panorama español junto con Elsa
Pataky y Goya Toledo, ¿qué hace además de posar para diferentes revistas en
todas las fases de sus embarazos o en calidad de gran actriz rebosante de
estilo, y perfectamente bien recuperada, siempre después de sus embarazos? Amospordios.
Y el caso es que va y hasta consigue que la dejen entrar en las fiestas post
Oscars. Amospordios, repito. Quién es su representante, que debería estar
impartiendo clases magistrales de personal branding por los masters del mundo.
Para mí lo quiero yo.
Luego está Lucía Hoyos, ese personaje inclasificable. No sé si alegrarme o entristecerme
por no verla presentando nada. Pero fíjate que sigue haciendo bolos. Ella no ha
sabido, desde luego, sacarle partido a la vida como hizo la modelo (¿de qué?)
María José Suárez, que estaba ya más pasada que los pantalones de cheviot
cuando, de repente, se puso de novia de Feliciano López, ese tenista abocado a
ser profesor de señoras maduras en alguna urbanización de lujo porque no da
para más. Madre mía el partido que le pudo sacar esa chica a su noviazgo, a su
ruptura, a su embarazo, a su aborto… Eso sí que fue una campaña de márketing
que ni el equipo de comunicación de Obama cuando ganó las elecciones. Y ahora
venga a hacer bolos, venga a hacer bolos. Que tiene más bolos que los de la Wii
Sport Resort. Vamos, que no te digo más que hasta ha sacado una línea de joyas.
Ahora, modelar, lo que se dice modelar, no la hemos visto nunca con algo que no
sea un traje de volantes. Pero, a lo tonto, a lo tonto, ahora se ha convertido
en toda una dama delgada y estilosa a la que los medios ya tratan como si fuera
la Ursula Andress ibérica. Y todo, por salir con un tenista al que la palabra
mediocre no alcanza a describir con precisión.
Bueno, seguiría con la lista, pero es que voy a quitarme el tinte. Te
dejo pensando en Enrique (el de Ana), en Rossy de Palma (que las hace con las
orejas cada vez que la llaman para algo
como la última campaña de Mango), Bárbara Rey (que está desaparecida desde que se enteró de que la crisis ha pasado factura también a los bingos) o Alejandra Prat, que además de a bautizar
hijos, nadie sabe a qué se dedica.
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