El otro día las profes de la guardería de mi hijo (que se
creen que no tengo nada que hacer) me encargaron dos figuras del portal de
Belén. En concreto, por sorteo entre los padres, fui agraciada con un
pastorcillo y una oveja. Tócate las narices… Me hice la moderna y decidí
inspirarme en elola para llevar a
cabo el encargo. Construí un cono de cartulina y encima pegué varias prendas de
ropa hechas recortando a gente de la revista y con ellas construí una persona
diferente. Y lo cierto es que aunque el personaje se parecía más a un escritor
malo de la bohemia parisina que a un pastor, aquello me hizo darme cuenta de
que se pueden hacer unos protagonistas buenísimos para un Belén utilizando y
recortando las páginas de la revista. Por ejemplo: con el abrigo que llevó
Tamara Falcó a su fiesta de cumpleaños soporífera (Boyer, Margarita Vargas,
Marisa de Borbón y su propia madre entre los invitados… Allí, o tenían algo de postre o acabaron todos jugando al Tute)
hice el chaleco del pastor; con la camisa con la que Borjita Thyssen posaba
hace un par de semanas en su casa de campo le diseñé la pechera a mi muñeco;
los pantalones eran de un amigo de Pakirrín…
Pero es que podría hacerte decenas de sugerencias. Jessica,
la novia de este último, para hacer de virgen con su cara recortada. Le pondría
el cuerpo de la sosa de Paloma Cuevas, por ejemplo, que como ella sí está embarazada,
pues viene al pelo, y el velo de la boda de Carla Goyanes (tres insulsas sosardas en una sola); Carmen Martínez-Bordiú
y José Campos, de buey y la mula (a estos no haría falta recortarles nada
porque así tal y como son, dan que te cagas). La cara de San José se puede
hacer recortando la del nuevo novio de Chenoa, Curi (su nombre ya me sugiere,
además, cierta vinculación con el catolicismo). Al rey lo pondría de Melchor, a
Isabel Pantoja, de Gaspar y a una de las señoras de servicio de las colombianas
Jaluf de Castro, de Baltasar. A la hortera de Elena
Tablada de María Magdalena con el bikini de Miss España y al príncipe Felipe de
caganet, mientras Luis Medina, el
hijo de Nati, le ayuda a levantarse, con la cara recortada de la madre de
Margarita Vargas y llevando el delantal de El Rastrillo. Esta, además, si llegaba al portal con frío, podría pedirle a su consuegra que le echase el aliento un par de veces para que entrara en calor, siempre que esta no estuviera ya previamente ciega. No dirás que no te doy ideas.
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