lunes, 26 de diciembre de 2011

ISABEL EN SALSA DE KOKOTXAS A LA VIZCAÍNA

Hoy quiero confesar que ayer me tragué casi el recital entero de la Pantoja. Te va a sonar a excusa pero lo tengo que soltar porque una es curiosa pero no tanto: Lo vi porque tenía a un familiar en casa que quería ver a Isabel a su manera, que es como  se llamaba el show. Las resacas son muy malas y yo ayer estaba dispuesta a tragarme lo que sea.
Me daba vueltas la cabeza de tanto champán mezclado con sorbete de limón pero lo que de verdad da vueltas es la vida y la tele. Resulta que Telefive, la cadena que tanto vapuleó a la presunta Pantoja, ahora la tiene de ‘estrella principal’ a ella y a media familia. 
El asunto era de trending topic y  yo no entender nada: Isa, Palacio de Euskalduna, la Coral de Bilbao imitando a un coro Gospel, Luis Cobos dirigiendo la orquesta a golpe de melena teñida y extensionada, la madre llorando al escuchar una canción dedicada, el hijo que sigue sin quitarse la corbata que hace moharé -de verdad que lleva con ella tres semanas- la Jessi y el espíritu santo entre el público. Era todo como el portal de Belén pero sin José. Me imagino que en este tipo de shows lo normal  es entonar villancicos flamencos, cantar rancheras, bailar sevillanas y  soltar ¡Viva España! entre canción y canción. Llegue a pensar que se avecinaba el fin del mundo, que un meteórito muy grande en forma de kokotxa iba a golpear la tierra y ahi se acababa todo. Eso sí, La Pantoja más que cortarse las puntas lo que tiene que hacer es rasurarse las patillas.
Muy caní todo, pero que muy caní. Solo me queda ver cómo da las campanadas y saber si cuenta tan bien las horas como la presunta pasta. 
Pd. Yo soy esa,  que un día de resaca se traga lo que le pongan en la tele.

 

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