miércoles, 30 de noviembre de 2011

GEMELAS MISTERIOSAS Y AVENTURAS PELIGROSAS

Miércoles: ya sabemos lo que hay hoy, Elola encima de la mesa. Hoy voy a dejar el gin & tonic a un lado pero no renuncio a mí dosis y cae una cerveza bien fría.
Abro la revista. Unas pijas colombianas, de las que no he oído nada en mi vida, abren el número. Viven en el Berverly Hills de Cali, en su  megamasión minimalista y justo en ese momento es cuando comienza a hacerme efecto la revista y la cerveza juntas.
La abuela, la hija y las nietas posan en jeans, camisas blancas y perlones. Me aburren. Lo que me llama la atención son las chicas del servicio. Están detrás de las pijas, vestidas con cofia, bata y delantales blancos. Es más, si miráis de cerca apuesto a que la de la derecha o no lleva braga o lleva hilo dental. ¡Ay! Pero ¿qué hacen las pobres ahí mirándose la una a la otra, sujetando las bandejas de plata con los brazos bien estirados? Con lo que eso duele. Prueba sino a llevar una bandeja llena con los brazos así, cuasi rectos, y me lo cuentas. Se me escapa algo. Estas pijas colombianas no molan nada. Tratan fatal al servicio.

Seis páginas después, sorprendentemente, ahí están de nuevo. Esta vez, una foto de ellas solas en la cocina, enfrente la una de la otra. Me da pena la de la derecha que mira para el suelo como diciendo: Dios mío, ¿Where Am I? o Señor, ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Su gemela está más relajada, arreglando el frutero ¿o tal vez es que  mientras cogía un buen mango se le ha caído la cofia y ahora anda buscándola? Si es que coger un buen mango tiene su aquel. Escogerlo también. ¡Qué nos querrán decir con estas imágenes!


Pag 23. Los Campos-Martinez dan para mucho. Me encantan, pero me encantan porque nos dan grandes titulares.Carmen es mucha Carmen: ‘José y yo seguimos queriéndonos’ o mejor aún ‘ este era un proyecto de viaje de aventuras que teníamos mi marido y yo. Creo que ha sido un buen momento, dado que más tarde no sabemos lo que pasará’. Caaarmen, Caaarmen, voy a tener que emborracharme, Carmen, Carmen, Carmen, como dice la canción, para asimilar tanta information. ¿Qué pasará? Eso me suena a que en breve te separas, honey.

Y lo más grande, lo más grande es el viaje de aventuras. Es muy perro este viaje, muy muy arriesgado, hay que tener un par de cojones para hacerlo. Os dejo las dos fotos más impactantes. José, en pareo y a dos plamos del suelo, parece escalar peligrosamente para alcanzar un coco. Y una Carmen brava que lucha contra las olas. La aventura es lo que tiene, nos dejan imágenes impagables.
Tomorrow to be continued.
 
 

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