Ayer fui a ver la peli “Los idus de marzo”, un peliculón que
dirige George Cloony. A la salida me compré el Hola y vi cómo le daban nada
menos que 10 páginas a su chica, Stacy, ocho de ellas vestida con trajes de Pronovias.
Si la chica es ya cursi de por sí, además de una barby americana acorchada, con el reportaje uno no puede más que preguntarse
repetidas veces: George, ¿qué coño haces con este espanto, con lo que tú eres? ¿Cómo una persona que dirige una peli sobre la
campaña de un candidato demócrata a las elecciones de EEUU y todos los
intríngulis y las maquinaciones de sus asesores de comunicación, puede estar
con alguien que dice: “Creo que el glamour procede de la confianza”?
Vale, sé que tu respuesta sería: "Es que es una loba en la cama y para hablar ya tengo a mi ayudante de dirección". Pero, hombre, que para el fornicio también hay tías buenas inteligentes y con el pelo con unos tonos más bajos de agua oxigenada,
¿no?
Pero bueno, al lío. Voy a hacer un repasito a lo que vimos
ayer en el Hola, a lo que la Semana Santa nos ha dejado, en definitiva. Creo
que a Froilán le han puesto escolta para protegerle de su padre. El otro día
salía la infanta muy sonriente de la Quirón diciendo que los niños “a veces nos
dan estos sustos”. Eso pasa continuamente, sí. Que los niños se tiroteen los
pies. Pero creo que es en Sierra Leona. Como dice mi amigo Edu, ha
aprendido de su padre a eso de meterse tiros. Si es que "honra merece el que a los suyos se parece", dice el refrán.
Y llego a una de las mejores imágenes que ofrece esta semana
la revista, la de Guti y Romina paseando con los hijos de él. Si alguna vez
dije que no era capaz de distinguir entre Guti y su mujer, Arancha de Benito,
si los veía de espaldas, ahora digo que en esta foto pensé que Romina se había
ido con Hulk Hogan de vacaciones. Mirándole a ella el tamaño de las tetas no
tuve la más mínima duda: así de grandes le gustan a Hulk. Y no me recreo en el perrito por no hacer daño.
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| Hola |
Pero, si hay algo que me ha hecho esta semana pensar que
esta revista, definitivamente, tienen a varios periodistas de cuestionable rigor agazapados detrás de
sus ordenadores, es un sumario referido a esa chica de nombre Jessica que
insiste en quedarse embarazada de Paquirrín. Mira que la vida le dio una
oportunidad, que el destino le dio la voz de alarma y le dijo que sin duda
encontraría chicos mejores con los que aparearse. Chicos sin barriga cervecera,
sin cordones de oro de la virgen del Rocío, con un pasado recogido, en definitiva. Pero no, la chica erre que erre, y no ha parado hasta
conseguirlo.
Y la revista, con dos cojones, dice: “Con ilusión y
nerviosismo, Jessica abrió la carpeta que contenía el resultado de las pruebas”.
Vamos a ver: aquí los resultados de los embarazos no
vienen en un sobre como en Gran Hermano. Uno va al ginecólogo y se hace una ecografía. Claro,
que es posible que se la hicieran y le vendaran los ojos para que no viera el
monitor. Yo eso no lo sé. A lo mejor Jessica prefería enterarse por escrito antes que viendo al bebé en la pantalla. O le dijeron que era tan parecido al padre que no quiso ni mirar. Aquí cada uno es cada uno y no voy a ser yo quien entre a
juzgar cómo quiere una enterarse de que está embarazada.
Termino este amable repaso por la revista con dos mujeres
absolutamente diferentes la una de la otra. Una de ellas es Telma Ortiz, la hermana
de Letizia, que está enamorada. Mira, ni siendo su hermana princesa despierta
esta chica el menor interés popular. Estando enamorada, tampoco. Y ni aunque saliera desnuda en la portada del Interviú haciendo un trío fotográfico con el cura de Gran Hermano y Jaime Ostos. Ocho páginas dedicadas
a este personaje gris, antipático, aburrido…
No como la jequesa de Qatar, una
de las señoras con mejor cintura que conozco después de haber parido siete
hijos. Vale que estará operada pero, vamos, que tengo yo dos y estoy mucho peor
que ella, con la mitad de años. Está ideal con este vestido homenaje aExtremadura con el que posó en su viaje a la India. Si es que está en todo. Ole, jequesa!
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| Hola |
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