Aún no sé si estoy más impactada por el lifting de María
Teresa Fernández de la Vega o por los frikis de la música que fueron ayer a la ceremonia
de los Grammys 2012. Sobre la primera tengo que decir que me la encontré en un
ascensor hace un par de semanas y que doy fe del currele que se ha pegado su
cirujano plástico. Venía ella de un viaje por América Latina y te prometo que
pensé que la presión barométrica del vuelo le había estirado las arrugas sin
mesura y sin gastarse un dineral. Pero luego, observándola más de cerca entre
el tercero y el quinto piso, me di cuenta de que aquello era obra de un
profesional muy meticuloso y acostumbrado a grandes obras de ingeniería
arruguil. Está hasta guapa la jodía, no te digo más… Y su pelo ya es el pelo de
un humano. Mirándola, una recupera la confianza en la cirugía plástica y en que
donde esté un buen pinchazo y un buen estiramiento que se quite cualquier
máquina de Maribel Yébenes. Esto sólo se hace con un buen copy paste, nada de
ondas electromagnéticas ni polladas parecidas.
Pero me centro en lo que me tiene en estado de shock este
lunes. Dicen algunos medios hoy que “el mundo de la música llora la muerte de
Withney Houston”. Pues mira que yo no los vi muy llorones ayer en los Grammy.
Ni de luto, vamos. Y miro directamente a Fergie, que iba en bragas y sujetador
con un Gaultier encima. Hombre, un poquito de respeto a la finada... Claro, que también me pongo en su lugar y me digo que
qué culpa tiene ella de que se muera Withney la noche anterior, y en domingo. A
ver dónde encuentras otro traje cuando ya estás casi en la puerta del sitio y con todos tus personal shopper y estilitas de resacón.
La verdad es que ya me aburren soberanamente los trajes de
las alfombras rojas en general. Esos cortes sirena, esa pedrería, esos escotes
a la espalda tan Elsa Pataky y Beyoncé, esas caderas bien marcadas y esas tetas bien asomadas… Qué
cansinismo ya…
Los modelitos de los Grammy ponen de manifiesto que hay demasiados
cantantes que ni su padre conoce en el panorama musical, que Adele tiene cara y
cuerpo de vieja, que si le caen a ella hasta los Grammy al mejor conjunto
musical latino (es un decir) es que el panorama musical es regulero. Allí estaba Wineth
Paltrow, que sale más de fiesta que Paquirrín. Y el dj David Getta, ese hortera semidios del house
que todos los paletos ricos y famosos mencionan cuando quieren hacer como que
saben de música y a quien deberían multar por destrozar cualquier tema que no
es suyo para convertirlo en un hit de los dance floor de Marbella.
También fueron algunas
estrellas de la música de mis tiempos y que con sus indumentarias me
demostraron que no valen ya ni de atrrezzo para fiestas. Léase, Bonnie Raitt,
Cindy Lauper o Diana Ross (Bonnie Raitt, por dios, ¡hacía tanto tiempo que no
pronunciaba ese nombre!).
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Diana Ross |
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Bonnie Raitt |
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Condy Lauper |
Total, que si te digo que las grandes estrellas eran Sasha
Gradiva, Jamie Grace, Mika Newton o Bonnie McKee entenderás que tuvieran que
llamar la atención con su ropa, porque de otra forma nadie volvería a hablar de
ellas jamás. He aquí algunos ejemplos:
Y también entenderás que a la organización le viniera fatal que
Withney Houston se muriera la noche anterior porque sin ella a ver quién les
quedaba ya ¿Maná, por ejemplo? Pues sí, se llevaron el Grammy a Mejor álbum latino pop,
rock o urbano. Toma ya. Tú me dirás si el panorama musical no está fatal. Anda, que te
regalo este temita para no dejarte tan mal sabor de boca.